lunes, 20 de abril de 2009

Otros animales en riesgo

Además del humo del cigarrillo, son afectados por la contaminación ambiental
Padecen cáncer, enfermedades pulmonares y alergias
.Los estudios sobre el tema indican un mayor riesgo en zonas urbanas
.Aumentan los casos de linfoma canino


Si Azul, Luna y Morgan pudieran hablar seguramente le pedirían a su mamá humana que dejara de fumar.

Y no les faltarían razones: si bien todavía es un tema poco explorado, varios trabajos científicos demuestran que existe una relación entre ciertas formas de cáncer en perros y gatos y su exposición al tabaquismo pasivo y a la contaminación ambiental.

Además, el humo afecta las vías respiratorias de las mascotas, que también pueden sufrir enfermedades inflamatorias y alérgicas.

El médico veterinario Martín Soberano, especialista en radioterapia veterinaria y en oncología humana (títulos otorgados por la Comisión Nacional de Energía Atómica y el Instituto Roffo, respectivamente), explica que existe un creciente número de casos de linfoma entre los perros.

"Buenos Aires tiene una incidencia altísima de linfomas caninos, que además de ser el tumor más común de la sangre es de los más frecuentes que trata un oncólogo veterinario -afirma Martín Soberano-. Hay muchas derivaciones de colegas de la zona sur, donde son habituales las denuncias por residuos tóxicos. En ciudades como Comodoro Rivadavia es altísimo el número de perros con linfomas. Y ésa es una zona de muchos vectores de petróleo, de radiaciones, de cables de alta tensión..."

Soberano agrega que en diciembre de 2003 el periódico El Cronista Veterinario publicó un artículo sobre ocho casos de teratogenia (malformaciones) en perros y gatos ocurridos en la Patagonia. "Nacieron con paladar hendido, cavidades expuestas y otros defectos gravísimos -dice el veterinario-. La veterinaria Mónica Higuera, que los atendió y recopiló los casos, admite que nunca había visto tantas deformaciones en animales neonatos y que en Comodoro Rivadavia habría elevados niveles de contaminación por residuos industriales, tanto químicos como petrolíferos, que podrían explicar el problema."

Martín Soberano alude además a un trabajo publicado en 2001 por la especialista italiana Alessandra Gavazza, de la Universidad de Pisa, editado en la revista del Colegio Americano de Veterinarios, que da cuenta de que existe una incidencia 8,5 veces mayor de riesgo de contraer linfoma entre aquellos perros que viven en zonas industriales y están expuestos a contaminantes, incluidos el humo del cigarrillo y otras sustancias químicas. Si los dueños utilizan habitualmente pinturas, solventes y herbicidas el riesgo se eleva 4,5 veces más, según Gavazza.

"En otra revista científica, el Pet Clinic, de EE.UU., se publicó un resumen sobre trabajos de oncología veterinaria -agrega el veterinario, que dirige un grupo que investiga el melanoma bucal canino, cuya presentación es similar al melanoma cutáneo humano-. Son estudios recopilados durante más de 30 años que enumeran los carcinogénicos del cigarrillo entre los factores de riesgo reconocidos para el cáncer de pulmón, nasal y paranasal y también para el linfoma en perros y gatos."

"Los perros presentan pocos tumores pulmonares primarios: cuando llega al pulmón en la mayoría de los casos son por metástasis de tumores mamarios -dice el doctor Carlos Lightowler, jefe de la unidad de cardiología del hospital escuela de la Facultad de Ciencias Veterinarias de la UBA-. Sin embargo, existe una gran cantidad de perros que viven en departamentos con moquette y cuyos dueños son fumadores que desarrollan muy frecuentemente una afección que también existe en el hombre y se llama enfermedad pulmonar obstructiva crónica."

El veterinario explica que los animalitos de baja talla están más cerca del piso y más expuestos al humo, y por eso son los más afectados. "Tienen tos y disnea, problemas bronquiales, enfisema -agrega Lightowler-. Si el perro llega con estos síntomas y se diagnostica un problema cardiopulmonar se pregunta si el dueño es fumador. Si es así, entonces el perro será fumador pasivo."

Martín Soberano agrega que en la revista de clínica veterinaria de EE.UU. un artículo sobre avances en oncología clínica publicado en mayo de 2003 demuestra una relación estrecha entre el linfoma felino y el hecho de que los gatos respiren humo de tabaco.

"A partir de este trabajo -dice Soberano- siempre que diagnostiquemos linfoma en un gato hay que averiguar quién fuma en la casa. Además, hasta hace poco tiempo se creía que el linfoma felino era una enfermedad de pronóstico grave, y en muchos casos se decidía sacrificar al animal. Hoy sabemos que existen linfomas de alto y bajo grado y que los de bajo grado tienen exitoso tratamiento oncológico."

El especialista afirma que aún no está claro por qué el humo del cigarrillo aumenta cánceres como el linfoma en perros y gatos y no, como ocurre entre los humanos, cáncer de pulmón. "La gente imagina que es el humo lo que produce el cáncer... En realidad, el humo irrita por contacto. Lo que más afecta son las sustancias que contiene, que son agentes transformadores de oncogenes, pero todavía hay que estudiar más cómo impactan estos agentes carcinogénicos del tabaco en cada especie."

Por Gabriela Navarra
De la Redacción de LA NACION

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