Un estudio realizado por la Alianza Libre de Humo de la Argentina (Aliar) demostró que la ley antitabaco en la provincia de Santa Fe, el primer distrito en instrumentarla, no tuvo ningún impacto negativo en los ingresos de los bares, confiterías y restaurantes.
Curiosamente, del mismo trabajo surge que el 30% de los 470 responsables de los comercios percibe que sus ganancias han sido menores después de la ley y, el 20% opinó que las restricciones al humo afectaron el nivel de empleo.
Antes del cerco impuesto a los fumadores en esa provincia, hace dos años y medio, la percepción negativa sobre el futuro impacto de la medida ascendía al 52%, mucho más alta que la actual.
Antes del cerco impuesto a los fumadores en esa provincia, hace dos años y medio, la percepción negativa sobre el futuro impacto de la medida ascendía al 52%, mucho más alta que la actual.
La llamativa diferencia entre los datos reales que recoge el informe, elaborado a partir de los ingresos declarados de los comercios y que contempla las variables inflacionarias, y la percepción subjetiva de los propietarios de los comercios, según la coordinadora del grupo antitabaco del Hospital Italiano, Verónica Shoj, tiene una explicación: El mito de las pérdidas está tan instalado que, a pesar de que los datos reales aseguren que no hubo impacto negativo, los dueños siguen diciendo lo contrario. Del estudio se desprende, por ejemplo, que la percepción acerca de los ingresos negativos es mayor cuando el entrevistado comerciante es fumador (36,9%) y se reduce si el individuo no consume tabaco (25,5%).
La Alianza Libre de Humo está integrada por 68 organizaciones civiles y médicas y el estudio confirma la tendencia de otros 57 trabajos elaborados en otras partes del mundo que llegan a la conclusión de que no existe daño al comercio cuando se restringe a los fumadores.
La creencia de las pérdidas económicas fue instalada por la industria tabacalera a mediados de los años noventa para, de esa manera, incluir en las leyes que estaban por venir los espacios para fumadores en los restaurantes y bares con el argumento de una «convivencia en armonía». Pero el humo del tabaco no respeta ni tabiques, ni paredes y es un desastre para los mozos que trabajan en esas zonas del comercio, dijo Shoj.
La creencia de las pérdidas económicas fue instalada por la industria tabacalera a mediados de los años noventa para, de esa manera, incluir en las leyes que estaban por venir los espacios para fumadores en los restaurantes y bares con el argumento de una «convivencia en armonía». Pero el humo del tabaco no respeta ni tabiques, ni paredes y es un desastre para los mozos que trabajan en esas zonas del comercio, dijo Shoj.
El estudio de Aliar abarcó los ingresos comerciales de los locales 30 meses antes de la aplicación de la ley y 29 posteriores, con el propósito de obtener una curva real del impacto. También incluyó la opinión subjetiva de los comerciantes para demostrar el peso de la creencia sobre el supuesto efecto de los ambientes 100% libres de humo.
Bares porteños
En la Argentina ya existen seis provincias con leyes 100% antitabaco y más de un centenar de ciudades. La ciudad de Buenos Aires no entra en esta lista porque en su legislación, sancionada en octubre de 2006, incluyó la posibilidad de mantener áreas para fumadores. Sucede que ese pequeño gran detalle no respeta los estándares de la Organización Mundial de la Salud (OMS).
La Cámara de Cafés y Bares de la ciudad de Buenos Aires, no obstante, percibe que la ley afectó el nivel de ingresos en los bares y restaurantes porteños. ?Dentro de todo los restaurantes con más de 100 metros cuadrados pudieron hacer algo, pero los lugares chicos sufrieron un impacto fuerte, dijo el presidente de la Cámara, Luis María Peña.
En la Argentina ya existen seis provincias con leyes 100% antitabaco y más de un centenar de ciudades. La ciudad de Buenos Aires no entra en esta lista porque en su legislación, sancionada en octubre de 2006, incluyó la posibilidad de mantener áreas para fumadores. Sucede que ese pequeño gran detalle no respeta los estándares de la Organización Mundial de la Salud (OMS).
La Cámara de Cafés y Bares de la ciudad de Buenos Aires, no obstante, percibe que la ley afectó el nivel de ingresos en los bares y restaurantes porteños. ?Dentro de todo los restaurantes con más de 100 metros cuadrados pudieron hacer algo, pero los lugares chicos sufrieron un impacto fuerte, dijo el presidente de la Cámara, Luis María Peña.
En su opinión, las restricciones alentaron la instalación de maxiquioscos con mesas y sillas donde no existe ninguna regulación con respecto al tabaco. Muchos clientes se trasladaron a esos lugares o cambiaron sus hábitos y, lo peor de todo, es que la venta de cigarrillos no bajó, agregó. Además, se quejó porque las supuestas campañas de concientización contra el tabaco incluidas y presupuestadas en la ley porteña nunca aparecieron en ningún lado, dijo.
El combate contra el humo del cigarrillo es una tendencia mundial. Ciudades como el Distrito Federal en México son 100% libres de humo, al igual, que 24 de los 50 estados norteamericanos, 13 de las 14 provincias canadienses y siete de las ocho regiones de Australia. En ese país de Oceanía no está permitido fumar en los hogares cuando el residuo del cigarrillo alcanza a otras viviendas de la misma unidad
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