Que fumar es perjudicial para la salud no es ninguna novedad. Pero la conclusión de que cada 15 cigarrillos consumidos el ADN de las células pulmonares sufre una mutación que lo encamina a un tumor cancerígeno representa un avance trascendental en la lucha contra esta enfermedad, responsable de los mayores índices de mortalidad oncológica a escala mundial.
Un equipo científico internacional acaba de decodificar el código genético de dos de los cánceres más comunes y letales: el de pulmón y el de piel. Wellcome Trust, la mayor organización médica de carácter benéfico del mundo, informó que logró estos detallados mapas. El estudio abre el camino para que un mero análisis de sangre permita una detección temprana de la enfermedad y facilita la elaboración de nuevos fármacos más eficaces en la lucha contra el cáncer. Especialistas argentinos destacan la importancia del hallazgo, pero relativizan la utilidad que pueda tener para la elaboración de fármacos que contrarresten los efectos del mal.
El estudio se enmarca en un esfuerzo internacional conjunto para decodificar los distintos cánceres: en el Reino Unido se trabaja para descifrar el código genético del cáncer de mama; en Japón, el de hígado; y en India, el de boca. China está estudiando el cáncer de estómago y Estados Unidos los de cerebro, ovarios y páncreas.
“Nuestro esfuerzo se prolongará al menos diez años, en una tarea que va a cambiar la manera en la que pensamos sobre los casos individuales de cáncer”, aseguró el profesor Michael Stratton, integrante de la organización. “Identificando todos los genes del cáncer podremos desarrollar nuevas drogas que ataquen de manera específica los genes mutados y determinar qué pacientes se beneficiarán de estos tratamientos nuevos”, agregó.
“Podemos anticipar el momento cuando hacer el seguimiento de la eliminación de un cáncer mediante su catalogación se convertirá en un procedimiento de rutina”. Incluso será posible, explicaron los autores del proyecto, desarrollar análisis de sangre que permitan anticipar el riesgo de padecer un cáncer por parte de adultos sanos.
En cuanto a los cánceres de piel, también conocidos como melanomas, los científicos descubrieron que el código del ADN contiene más de 30.000 errores, causados casi en su totalidad por una excesiva exposición a los rayos del sol.
Muchas de esas mutaciones serán inofensivas, pero algunas desencadenarán el cáncer, explicaron los expertos . “Es como jugar a la ruleta rusa”, afirmó el investigador Peter Campbell en el estudio publicado por la revista Nature.
“La mayoría de las veces, las mutaciones recaerán en partes inocentes del genoma, pero algunas alcanzarán los objetivos necesarios para desencadenar el cáncer”, explicó Campbell.
Uno de los referentes argentinos en el estudio del ADN cancerígeno relativizó los resultados del estudio, aunque destacó la importancia de “sumar conocimiento en la lucha contra la enfermedad”. José Mordoh, jefe del Laboratorio de Cancerología de la Fundación Leloir y subdirector de la carrera de Oncología de la Facultad de Medicina de la UBA, aseguró a Crítica de la Argentina que el hallazgo “ayuda a conocer el código genético de estos cánceres, lo que no quiere decir que podamos encontrar el código de cualquier error que pueda ser detectado”. Aunque resaltó como “auspicioso” el anuncio, sostuvo que “es muy difícil diseñar medicamentos para cada tipo de tumor.
Un equipo científico internacional acaba de decodificar el código genético de dos de los cánceres más comunes y letales: el de pulmón y el de piel. Wellcome Trust, la mayor organización médica de carácter benéfico del mundo, informó que logró estos detallados mapas. El estudio abre el camino para que un mero análisis de sangre permita una detección temprana de la enfermedad y facilita la elaboración de nuevos fármacos más eficaces en la lucha contra el cáncer. Especialistas argentinos destacan la importancia del hallazgo, pero relativizan la utilidad que pueda tener para la elaboración de fármacos que contrarresten los efectos del mal.
El estudio se enmarca en un esfuerzo internacional conjunto para decodificar los distintos cánceres: en el Reino Unido se trabaja para descifrar el código genético del cáncer de mama; en Japón, el de hígado; y en India, el de boca. China está estudiando el cáncer de estómago y Estados Unidos los de cerebro, ovarios y páncreas.
“Nuestro esfuerzo se prolongará al menos diez años, en una tarea que va a cambiar la manera en la que pensamos sobre los casos individuales de cáncer”, aseguró el profesor Michael Stratton, integrante de la organización. “Identificando todos los genes del cáncer podremos desarrollar nuevas drogas que ataquen de manera específica los genes mutados y determinar qué pacientes se beneficiarán de estos tratamientos nuevos”, agregó.
“Podemos anticipar el momento cuando hacer el seguimiento de la eliminación de un cáncer mediante su catalogación se convertirá en un procedimiento de rutina”. Incluso será posible, explicaron los autores del proyecto, desarrollar análisis de sangre que permitan anticipar el riesgo de padecer un cáncer por parte de adultos sanos.
En cuanto a los cánceres de piel, también conocidos como melanomas, los científicos descubrieron que el código del ADN contiene más de 30.000 errores, causados casi en su totalidad por una excesiva exposición a los rayos del sol.
Muchas de esas mutaciones serán inofensivas, pero algunas desencadenarán el cáncer, explicaron los expertos . “Es como jugar a la ruleta rusa”, afirmó el investigador Peter Campbell en el estudio publicado por la revista Nature.
“La mayoría de las veces, las mutaciones recaerán en partes inocentes del genoma, pero algunas alcanzarán los objetivos necesarios para desencadenar el cáncer”, explicó Campbell.
Uno de los referentes argentinos en el estudio del ADN cancerígeno relativizó los resultados del estudio, aunque destacó la importancia de “sumar conocimiento en la lucha contra la enfermedad”. José Mordoh, jefe del Laboratorio de Cancerología de la Fundación Leloir y subdirector de la carrera de Oncología de la Facultad de Medicina de la UBA, aseguró a Crítica de la Argentina que el hallazgo “ayuda a conocer el código genético de estos cánceres, lo que no quiere decir que podamos encontrar el código de cualquier error que pueda ser detectado”. Aunque resaltó como “auspicioso” el anuncio, sostuvo que “es muy difícil diseñar medicamentos para cada tipo de tumor.
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