¿Cómo se siente acerca de dejar de fumar?
Chequee el cuadro de abajo que mejor describe la manera cómo usted se siente acerca de dejar de fumar:
__Me gusta fumar y no estoy planeando dejar de fumar.
__Me gustan muchas cosas acerca de fumar pero me gustaría dejar de hacerlo.
__Estoy listo para dejar de fumar ahora.
Si usted contestó "Me gusta fumar y no estoy planeando dejar de fumar", pregúntese a si mismo porqué tantas otras personas han dejado de fumar. Considere esto: 50 millones de estadounidenses son ex-fumadores. ¿Cuáles cree que fueron sus razones para dejar de fumar? Puede ser que algunas de esas razones se apliquen a usted. ¿Tiene problemas con su respiración, su corazón o la presión arterial elevada? ¿Ha habido cáncer en su familia? Dejar de fumar puede disminuir su probabilidad de tener estos problemas.
Si usted contestó "Me gustan muchas cosas acerca de fumar pero me gustaría dejar de hacerlo", usted es como la mayoría de los fumadores. Ahora pregúntese cómo podría usted estar mejor después de dejar de fumar. A usted pueden ocurrírsele algunas de las siguientes respuestas:
Mi salud mejoraría.
¿De qué manera? _____________________________________________
Ahorraría dinero.
¿Cuánto? _____________________________________________
Mi casa y mi auto estarían más limpios.
¿Porqué esto es importante para usted? ______________________________________________
Mi familia y mis amigos se alegrarían.
¿Por qué? ______________________________________________
Me sentiré mejor conmigo mismo.
¿De qué manera?______________________________________________
Otra razón es: ______________________________________________
Entre más razones tenga usted para dejar de fumar hay más probabilidad de que usted tenga éxito con su plan de dejar de fumar.
Si contestó "Estoy listo para dejar de fumar ahora", su médico quiere ayudarle para que usted tenga éxito. Las siguientes son algunas sugerencias para ayudarlo a comprender por qué fuma. Si usted sabe porqué fuma puede hacer un plan efectivo para dejar de fumar.
¿Qué cosas le desencadenan el deseo de fumar?
Comience por anotar algunas de las veces cuando usted más desea un cigarrillo. Estos son sus factores "desencadenantes" para fumar. Los factores desencadenantes son eventos que encienden su deseo de fumarse un cigarrillo. ¿Cómo podría completar la frase "Deseo un cigarrillo..." ?
cuando veo a alguien más fumando.
cuando veo cigarrillos en el cenicero.
cuando estoy limpiando la casa.
cuando el teléfono suena.
cuando me estoy relajando.
cuando me tomo una taza de café.
cuando me tomo una bebida alcohólica.
durante o después de las comidas,
cuando estoy manejando un automóvil.
después de salir del trabajo.
cuando estoy mirando la televisión.
Por cada factor desencadenante que se aplique a usted piense en algo que podría hacer que hiciera que usted tuviera menos menos probabilidad de fumar. Por ejemplo, en vez de fumar después de una comida usted podría levantarse enseguida y cepillarse los dientes.
¿Usted utiliza los cigarrillos para aliviar los sentimientos que le hacen sentirse incómodo?
Los fumadores con frecuencia usan cigarrillos para ayudarles a afrontar ciertos sentimientos que los hacen sentir incómodos. Piense si usted hace esto. Usted probablemente ha fumado cigarrillos cuando ha sentido las siguientes emociones:
Rabia
Maltrato
Desilusión
Se ha sentido herido
Resentimiento
Miedo
Vergüenza
Frustración
Soledad
Pena
Abandono
Depresión
Culpabilidad
Ansiedad o estrés
Lástima por sí mismo
Aburrimiento
Abuso
Preocupación
Si usted sabe que usa cigarrillos para ayudarle a afrontar los momentos estresantes o difíciles usted tendría más capacidad para sobrellevar esos momentos sin fumar. La respiración profunda, los ejercicios de relajamiento y la imaginación guiada han ayudado a muchos fumadores a dejar el cigarrillo. Pídale a su médico más información acerca de esas técnicas.
¿Qué puedo hacer respecto a la abstinencia de la nicotina?
Si fuma con frecuencia probablemente usted depende físicamente de la nicotina. Usted tiene mucha probabilidad de tener síntomas de abstinencia cuando pare de fumar.
Su cuerpo se deshace de la mitad de la nicotina en su torrente sanguíneo cada una o dos horas. No se tarda mucho después de que usted termina un cigarrillo antes de que su cuerpo sienta deseo de fumarse otro. Usted puede ponerse irritable y agitado, tener dificultad para dormir, tener dificultad para concentrarse o experimentar cambios en el humor. Estos síntomas de abstinencia frecuentemente son la razón por la cual los fumadores se dan por vencidos en su intento por dejar de fumar. Son peores durante los primeros días después de que usted deja de fumar pero después de un par de semanas desaparecen.
Si bien en los últimos años decreció el consumo de tabaco entre los adultos argentinos de un 39,8 a un 33,4%, desde la cartera sanitaria nacional confirmaron que anualmente mueren 40 mil habitantes a causa de la adicción al cigarrillo y del contacto con el humo. Esta cifra se corresponde con 109,58 decesos al día, un fallecimiento cada 15 minutos.
Saúl Shiffman, experto en tabacología y consultor para estrategias de salud pública sobre consumo de cigarrillos de la Universidad de Pittsburg (Estados Unidos), aseguró que las personas que no fuman tienen igualmente un 53% de chances de morir por entrar en contacto con las toxinas de los que sí lo hacen.
En tanto, y según datos obtenidos por el Programa Respire del Hospital Británico de Buenos Aires, de los 8 millones de fumadores que existen en el país, 4 millones van a fallecer a causa de su adicción. El neumonólogo Alejandro Videla, del Hospital Universitario Austral, coincidió en estas cifras. "La mitad de las personas que fuma se muere por las consecuencias derivadas del consumo de cigarrillos", sostuvo el especialista, en diálogo con Radio 10.
El experto también remarcó el crecimiento de este mal hábito entre los adolescentes de entre 13 y 15 años, cuyas consecuencias pueden ser nefastas. Un 32% de ellos fuma activamente, y el resto, 76%, es fumador pasivo.
"Una persona joven, generalmente cuando empieza (con el hábito), empieza fumando cantidades pequeñas: nadie empieza de golpe. Pero a lo largo del tiempo, mientras exista el consumo de cigarrillos, en algún momento puede cambiar el patrón y la persona puede empezar a consumir grandes cantidades ", señaló Videla.
El peligro del "humo de tercera mano"
Videla, en consonancia con todos los especialistas a nivel mundial, recordó lo nocivo que es el conocido "humo de tercera mano", un nuevo concepto que ya preocupa a los médicos, sobre todo por la falta de información de los fumadores al respecto.
Por "humo de tercera mano" se entiende, según recientes estudios, a la contaminación residual que deja el tabaco cuando ya está apagado. Las partículas nocivas se mantienen en el adicto incluso hasta varias horas después de apagar el cigarrillo en las manos y prendas, impregnando así las superficies de su hogar o sitio de trabajo y aumentando los riesgos para los no fumadores. También el aire que exhala el sujeto contiene toxinas por tiempo prolongado.
Al respecto, el experto señaló que en aquellas familias en las que el padre sale a un balcón o un patio a fumar para no afectar al resto no existe una protección mayor . "(Esto) no es real, porque va, fuma afuera y cuando vuelve, como sigue eliminando residuos en el ambiente del aire que exhala, las 4.000 sustancias tóxicas que tiene el cigarrillo siguen afectando a los chicos", explicó.
"Fumar afuera de la casa protege parcialmente pero no es una protección total" , añadió.
Y, para finalizar, Videla sentenció: "En promedio, un fumador vive 10 años menos que una persona que no fuma".
