jueves, 23 de julio de 2009
Trastornos del sueño por tabaco
Las personas fumadoras tienen mayores problemas de insomnio que las no fumadoras. En general, además de más dificultades para conciliar el sueño, también experimentan más alteraciones durante el mismo, lo que les lleva a dormir peor y descansar menos. Esto origina que muchos fumadores estén somnolientos, de mal humor y cansados durante el día. Y para contrarrestarlo, acaban fumando aún más, lo que crea un círculo vicioso del que es muy difícil salir si se continúa fumando.
El origen de estos trastornos del sueño puede estar en enfermedades o alteraciones ocasionadas por el tabaco. Pero también en el propio hecho de fumar, combinando múltiples factores como son el efecto estimulante de la nicotina, la sensación de abstinencia que se produce durante el descanso nocturno, la tensión arterial elevada y un pulso acelerado (típicos de la persona fumadora), así como su mayor tendencia a tomar excitantes como el café.
Mientras que sólo una de cada cinco personas no fumadoras roncan, prácticamente la mitad de las que fuman lo hacen habitualmente, algo que deja de pasar al abandonar el tabaco.
La mejoría del sueño se obtiene de forma evidente tras cortar con el tabaco, aunque durante los primeros días, y a consecuencia del síndrome de abstinencia (que desaparece al poco de dejarlo), es habitual que estos trastornos sean aún más pronunciados durante un corto espacio de tiempo.
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