- Infarto. El humo del tabaco altera las defensas antioxidantes de los fumadores pasivos, lo que provoca daños en las paredes arteriales, y se ha demostrado que las personas que conviven con un fumador tienen más posibilidades de sufrir un infarto de miocardio, independientemente de otros factores de riesgo cardiovascular como la obesidad, la hipertensión o los niveles de colesterol. En este sentido, una investigación inglesa reveló que quienes inhalan el humo del tabaco de otros presentan unos niveles muy elevados en sangre de cotinina, un derivado de la nicotina, lo que hace que tengan un riesgo cardiaco un 50 por ciento más elevado que aquellas personas que no presentan esta sustancia.
- Menor esperanza de vida. Varias investigaciones han demostrado que el riesgo de muerte entre las personas no fumadoras que conviven con fumadores es un 15 por ciento más elevado.
- Cáncer de pulmón.Las personas sometidas al aire contaminado por el humo del tabaco en su jornada laboral tienen el doble de riesgo de desarrollar cáncer de pulmón.Una revisión de estudios llevada a cabo por la Agencia Internacional de Investigación del Cáncer (IARC) ha demostrado que el tabaquismo pasivo incrementa el riesgo de cáncer de pulmón,independientemente de otros factores.
- Asma. La relación del asma infantil con el humo de segunda mano está demostrada, pero las últimas investigaciones confirman que el hecho de ser fumador pasivo también desencadena esta patología en adultos, y que la exposición al humo del tabaco en el trabajo duplica el riesgo de desarrollar esta enfermedad.
- Cáncer de cuello de útero.Según un estudio llevado a cabo por expertos norteamericanos, existe una relación directa entre ser fumadora pasiva y el riesgo de desarrollar células cancerígenas en la superficie del cuello uterino.
- Cáncer de vejiga.Investigadores del Instituto de Tecnología de Masachussetts, en Estados Unidos, comprobaron que más de la mitad de los casos de cáncer de vejiga pueden deberse a una sustancia presente en el humo del tabaco, las arilaminas, lo que lo convierte en un factor de contraer patologías de alto riesgo para los no fumadores.
- Otros tumores. Otras investigaciones han demostrado que los gases y sustancias químicas del humo del tabaco también favorecen la aparición del cáncer de estómago, hígado, riñón y leucemia. Asimismo, hay estudios que evidencian que ser fumador pasivo aumenta las posibilidades de sufrir tumores nasofaríngeos.
- Problemas respiratorios.Con la llegada del frío, dos de cada tres argentinos padecen problemas respiratorios producidos, además de por el resfrío común, en un alto porcentaje por el hecho de ser fumador pasivo.
- Infertilidad.Tanto las mujeres fumadoras como aquellas que conviven con un fumador tienen dificultades para concebir, según ha demostrado una investigación realizada por expertos de la Universidad de Bristol (en el Reino Unido de Gran Bretaña).En ella se devela que las no fumadoras que conviven con un fumador y se ven expuestas al humo que exhalan sus cigarrillos tienen entre un 14 y un 17 por ciento menos de posibilidades de quedarse embarazadas en el periodo comprendido entre los seis meses y el año después de intentar la gestación.
Quien sabiendo esto igual fume a tu lado no puede afirmar quererte en verdad